Si el presidente Petro no corrige el rumbo que lleva su gobierno, empezando por corregirse él mismo, Colombia ingresaría a la lista de países latinoamericanos que han fracasado en su intento por imponer un modelo económico y político distinto al que lo gobernó durante más de 200 años.
Todos los países de Latinoamérica han experimentado ese nuevo orden ideológico en sus plataformas políticas y no han logrado consolidarlo demostrando la verdadera equidad social y económica que promueven. En todas estas naciones que verdaderamente requieren un cambio, la izquierda ha llegado al poder, no por haber convencido y demostrado las verdaderas bondades del régimen, no, lo han logrado por el desgaste y el desprestigio obtenido por prácticas corruptas y excluyentes de la llamada derecha mediante la práctica del capitalismo salvaje y matrero. La gente desesperada intenta quitarse de encima un mostro y lo que han logrado es encimarse un mostro peor. ¡Qué suerte!
El Chavismo en Venezuela fracasó y el Madurismo lo sepultó. El índice de inflación revela la pobreza, la agonía y la impotencia del pueblo venezolano para quitarse ese fatídico mostro de encima. Petro trata de revivirlo en su reciente visita a Estados Unidos solicitándole a este país que le elimine el embargo. La izquierda se caracteriza, entre otras cosas, por culpar a los demás de los males que prometió combatir y extirpar y que finalmente no pudo dejando las cosas en peores circunstancias. En Chile, Boric, su presidente de izquierda acaba de fracasar, lo derrotó la ultraderecha, en un refrendo convocado por el mismo para imponer seguramente un orden dictatorial.
El Perú, Pedro Castillo, Está preso, quiso siendo presidente disolver el Congreso para quedarse gobernando solo. se le adelantaron y lo destituyeron. Bolivia y Ecuador, también lo experimentaron. Unos están presos y otros están huyendo. Gustavo Petro es amigo y simpatizante de todos ellos por afinidad ideológica. Este es el grave problema de la izquierda que no le ha permitido salirse de ese marco que solo mira y reconoce enemigos y se mantiene siempre mirando con las mismas gafas oscuras que no le permiten ver la claridad que le aporta la dialéctica política y de la vida.
Pero tiene tentáculos que atraviesan fronteras territoriales, sirven de apoyo y refugio. En América Central está Cuba, ejemplo inverosímil que asumen todos ellos como si los cubanos vivieran en un paraíso. Los Castro se adueñaron de la isla, murieron, envejecieron y el poder se lo dejaron a los yernos. Tmmbien dicen que es por culpa del embargo. Otro amigo y admirador de Petro. Daniel Ortega, dictador de Nicaragua. Tiene a su pueblo sumido en la pobreza, la dictadura, el miedo y el terror. Y hay otro que entre su nación alcanza un alto desprestigio y tiene a su país en manos de los narcos. Andrés López Obrador. Un país rico por el turismo, pero con una desgracia encima. El gigante Brasil. Logró una fuerte renovación en la primera presidencia de Lula Da Silva. Ha repetido un periodo en la presidencia con un pírrico triunfo frente a Bolsonaro. ahora está dedicado a pelear y los problemas de su nación siguen creciendo y la izquierda que lo maneja no da razones serias ni objetivas
Aquí en Colombia triunfó la izquierda y Petro es el presidente. Compitió con un candidato muy malo que en la última semana entró en pánico y se fue de paseo para Miami y le dejó a su contrincante servido en bandeja el poder. Petro solo se lo ganó con 500 mil votos de diferencia. Rodolfo Hernández.
Ocho meses de poder y todo lo tiene enredado no se avizora nada bueno hasta ahora. Sus banderas reformatorias en Salud, Pensión y Trabajo están en el limbo por cuenta de un mal manejo en las relaciones con la oposición. Cuenta con una desventaja muy delicada, no tiene las mayorías en el Congreso. Le ha faltado ser persuasivo y se le olvidó que ganó con una precaria ventaja con un contendor muy malo. Por el momento solo se puede presagiar, por lo visto hasta el momento, que Gustavo Petro y Colombia, entrarán a formar parte de los países que por cuenta de la izquierda llegaron al poder y fracasaron. No habrá a quien culpar, ya la oportunidad se les dio.