El pasado 4 de noviembre, se registró una tensa situación en el corregimiento de El Plateado en el municipio de Argelia, Cauca, cuando la comunidad en masa se volcó para presionar a las tropas del Ejército Nacional a salir del territorio.

La población manifestó que exigen la retirada de los militares ante el temor de que se registren confrontaciones con los grupos armados al margen de la ley que afecten a los civiles.

Sin embargo, el brigadier general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, señaló que “los grupos del Gaor Farc nuevamente están instrumentalizando y amenazando a la población civil con el único propósito de presionar a las tropas para que se retiren”.

Asimismo, explicó que la Fuerza Pública debe estar en el territorio para garantizar la seguridad de las agencias, entidades e instituciones del gobierno que aseguran la presencia del Estado.

“El Ejército no se va a ir, y no nos vamos a ir porque tenemos una serie de campos minados en los cuatro puntos cardinales que hay que destruir para la seguridad de la población civil. Es una situación muy grave”, dijo el oficial.

Los uniformados que estaban presentes en la cabecera municipal fueron obligados por la población a trasladarse a un costado del corregimiento.

Por su parte, el asesor de Paz del Cauca, Gustavo Andrés González, manifestó que son reprochables todas las intimidaciones contra la comunidad.

“Toda nuestra solidaridad con la población. Es inadmisible la instrumentalización de la comunidad para lograr acciones contra la Fuerza Pública. Como lo solicitó el presidente, la presencia del Ejército debe continuar, yen el legítimo uso de la Constitución es lo más recomendable”, explicó González.

Finalmente, el comandante del Comando Específico del Cauca puntualizó que “aún seguimos allí en El Plateado, en medio de 4.000 personas instrumentalizadas por la guerrilla y amenazadas”.

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