El comercio y la industria en general, productores y comercializadores de elementos de alto consumo diario y regular se inventaron hace mucho tiempo una efectiva estrategia de marketing y ventas para promover y lograr salir de determinado tipo de mercancías que dentro de sus establecimientos comienzan a estorbar, incomodar, vencerse y envejecerse. Para ello crearon inteligentemente las siguientes líneas publicitarias: Pague 2 y lleve 3, descuentos del 40 y 50%, remate de saldos, hasta agotar existencia, fechas de vencimiento adulteradas, faltando algunos, esas hacen parte permanente del método fraudulento para atraer a potenciales compradores
Al collar del engaño se le suma también la siguiente: Las fabulosas “garantías”, que en algunos casos también son estafas. Nos encontramos con elementos sutiles y difíciles de prevenir y evitar como consumidores, que terminan lastimando a largo plazo el bolsillo. Un ejemplo es el siguiente: Pague 3 y lleve 4 llantas para su vehículo. Las llantas pueden estar nuevas, sin uso, pero la fecha de fabricación es vieja y termina siendo su calidad afectada por un largo tiempo de exposición al aire libre, al frio, al calor, y al transporte que le terminan produciendo un imperceptible deterioro, sin embargo, son vendidas como nuevas, así tengan varios años de fabricación.
Cuando se ofrecen 3 para pagar dos, generalmente detrás hay algo que los obliga a salir de la mercancía como fecha próxima a vencer y no se lo advierten, dependiendo el producto se les disminuye la cantidad de contenido original. (típica estafa). En la rebaja de precios, días previos le aumentan su valor y posteriormente aparece rebajado, por estrategia, lo que antes se le había aumentado, en la promoción se lo restan
Aquí debería intervenir la Superintendencia de Industria y Comercio, las mal llamadas oficinas de control, precios y vigilancia, de las alcaldías. El atentado al consumidor se hace con extensas cadenas publicitarias y nunca llega una autoridad a constatar.
Hacemos esta nota periodística con el fin de advertir a los consumidores de La Querella Periodismo Digital, de todas esas anomalías y desconfiar inteligentemente de todo tipo de oferta-