NEGOCIÓ CON PABLO ESCOBAR POR 2 MILLONES 300 MIL DOLARES LA TOMA Y DESTRUCCION DE LOS ARCHIVOS DE LA EXTRADICION
I PARTE
Por: José Castilla Álvarez
Carlos Castaño Gil, jefe de la Audefensas Unidas de Colombia por varias décadas, reconoció haber planeado y ejecutado la muerte del máximo dirigente del grupo subversivo de la época M-19, Carlos Pizarro Leongomez, como castigo implacable por su alianza con el capo de la droga

Hoy, 6 de noviembre de 2025, cuando se conmemoran 40 años de la toma del Palacio de Justicia (6 de noviembre de 1985) por parte de ese grupo, reeditamos y recordamos las razones explicadas por Castaño Gil, al periodista, Mauricio Aranguren Molina, en el libro “Mi Confesión”, publicado por la editorial Oveja Negra en 2001.
PABLO ESCOBAR Y PIZARRO
La negociación la tenía Pablo Escobar adelantada con Pizarro y lo citó a una reunión a finales del mes de mayo de 1985 detrás de la Hacienda Nápoles concretamente en el caserío Cocorná. Allí asistieron Escobar como anfitrión, Fernando Galeano, Albeiro Areiza, Guido Parra, Fidel y Carlos Castaño. Allí aterrizó en un helicóptero Carlos Pizarro, no llevaba su acostumbrado y famoso sobrero blanco, ese día lo remplazó por una cachucha y portaba unas gafas oscuras. Pizarro se mostró incomodo, desconfiado y resbaloso. Escobar intentó generarle confianza y le dijo en tono fuerte y autoritario “No te preocupes que estos son como de la familia, no hay problema”. La reunión se llevó a cabo, pero por previo acuerdo entre Escobar y Pizarro, se individualizó y Pablo los iba llamando uno por uno. Allí se arregló el monto y el operativo que el M-19 realizó ese fatídico día 6 de noviembre
MONTO ECONOMICO POR LA OPERACIÓN
El arreglo no tuvo discusiones. 1 millón de dólares por asesinar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Reyes Echandía, otro millón de dólares por la quema de los archivos y 300 mil dólares adicionales que impuso un estafeta de Carlos Pizarro, presente en la reunión aprovechándose de la protesta que hizo otro narco presente manifestando que, si solo se iban a quemar los archivos contra Pablo Escobar, manifestó muy molesto y alterado. ¿Y los míos qué? El estafeta respondió, “ponga 300 mil dólares más”
El negocio termino consolidándose con el compromiso de otros presentes. Por orden de Fidel Castaño. su hermano mayor, Carlos Castaño entregó para la operación dos metras; una MP5, un AR15, un M16 y fusiles. Escobar puso la plata, armas cortas, granadas y dinamita. Carlos Castaño, no entendió nunca por qué, al arsenal, Pablo Escobar, le incluyó decenas de kilos de dinamita
A Escobar el M-19 le generaba confianza y seguridad, además una profunda admiración porque recordaba operativos exitosos como la Espada de Bolívar, la Embajada Dominicana y el ajusticiamiento a Raquel Mercado. Pablo estaba obsesionado con Pizarro por hacerlo presidente y estaba dispuesto a financiarlo. Castaño da cuenta que Pizarro engañó y negoció la causa revolucionaria, incluso lo hizo a espaldas de miembros importantes y connotados del M19 como Navarro Wolf, Gloria Quiceno y Vera Grabe, incluso alguien que todavía vive, Otty Patiño, quién ha estado vinculado al gobierno de Gustavo Petro, como asesor y negociador de paz
Carlos Pizarro no imaginó nunca que el ejercito colombiano iba a responder miliarmente propiciando una retoma sangrienta en donde todos los miembros de su organización murieron. Ellos al verse perdidos y sin opción de negociar masacraron a sangre fría a 11 magistrados y seis auxiliares que por desgracia e infortunio ese día se encontraron con la muerte. Además, abogados, personal administrativo, vigilantes y de logística. Algunos lograron salir con vida, y otros continúan desaparecidos
Después de esta toma que acabó también políticamente con el M-19, Pizarro y Escobar continuaron una alianza en donde, cuenta Castaño en el libro, que Pizarro se dedico a trabajar para Pablo Escobar, ejecutando secuestros rutas del narcotráfico
Espere 2ª parte. Cómo planeo Castaño el asesinato a Carlos Pizarro

