Este candidato aún no alcanza a aterrizar su verdadera convicción para convencer al electorado y llegar al poder. Ahora habla de una opción escondida que lo deja solo sin necesitar de nada ni de nadie para llegar a la presidencia de Colombia. Cosa difícil de lograr, sobre todo cuando no ostenta un carisma arrollador ni tampoco unas propuestas fáciles de digerir.
Se sostiene en la idea de que su reto no es liderar el centro, “sino construir una nueva mayoría”, el exgobernador de Antioquia anuncia que en la primera vuelta irá en solitario. ¿Conseguirá los seis millones de votos necesarios para pasar?. No se sabría decir cómo lo puede lograr cuando tiene equivocado el discurso enfrentando y descalificando a otros candidatos que mas tarde en segunda vuelta podrían ser definitivos, y que por el contrario también se la pueden cobrar muy cara.
Mientras tanto ha decidido ir en solitario a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2026. Se trata de una jugada riesgosa que justifica con el argumento de que ningún otro aspirante ha recorrido tanto el país como él y que afirma haber identificado una mayoría silenciosa que evita los extremos y en la que confía para llegar a la Casa de Nariño.

