“Mi intención no fue ofender o deshonrar al presidente Uribe”
Mancuso afirmó, en una conciliación entre las partes, que “no le consta” que Uribe hubiera participado en el asesinato del exalcalde de El Roble (sucre)
En el marco de una conciliación entre el exparamilitar Salvatore Mancuso y el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el excomandante de las AUC declaró ante la justicia que “no le consta” que Uribe hubiera participado en el asesinato de Eudaldo León Díaz, exalcalde de El Roble, y que su incriminación ante la JEP se basó en la información entregada por Rodrigo Antonio Mercado, alias Rodrigo Cadena, excomandante del bloque Héroes de los Montes de María y subordinado suyo.
Esta cadena de mando, agrega Mancuso, le implicó “asumir ante las distintas jurisdicciones la responsabilidad penal por los hechos delictivos y operaciones ejecutadas por los combatientes, así como por las diferentes estructuras de autodefensa en esa región del país”
Sin embargo, reculó al afirmar ante la Fiscalía 292, de la Unidad de Delitos Querellables, que jamás presenció los hechos referidos ni participó directamente en ellos.
«Los acepté por línea de mando, advirtiendo en muchos de ellos que no los conocía. En consecuencia, manifiesto que no me consta que el doctor Álvaro Uribe Vélez hubiera participado en la acción criminal perpetrada por las AUC que acabó con la vida del señor Díaz”, agregó.
Las declaraciones que llevaron a la defensa del expresidente, encabezada por el abogado Juan Felipe Amaya, a radicar una querella por injuria y calumnia ante la Fiscalía —en ese entonces bajo la administración de Francisco Barbosa— se remontan a la diligencia que Mancuso rindió ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) entre el 10 y el 15 de mayo de 2023, en Montería, ante la Sub-Sala Especial E de Conocimiento y Decisión de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas.
En esa audiencia, el magistrado le preguntó por el homicidio del entonces alcalde de El Roble, Sucre, León Díaz, “uno de los casos más relevantes de la presencia paramilitar y de la cooptación del Estado en la Costa Caribe”, señaló.
Mancuso: Bueno… lo del alcalde del Roble fue una solicitud directa. Yo creo que vino del gobernador, no lo recuerdo con exactitud en este momento. Lo que sí sé es que, en un consejo comunitario, él denunció ante el entonces presidente Uribe que lo iban a matar, y Uribe lo que hizo fue quitarle el esquema de seguridad. Y nosotros lo matamos.
Magistrado: Cuando usted dice “nosotros lo matamos”, ¿a quién se refiere?
Mancuso: Al alcalde del Roble, su señoría. Eudaldo León Díaz.
Magistrado: Dentro de la estructura paramilitar, ¿quién dio la orden o quién la ejecutó? ¿Se trata de hechos o personas distintas a las ya conocidas? ¿O son las mismas, pero con algún elemento nuevo que usted pueda aportar?
Mancuso: Son las mismas. Y sí, tengo un elemento que podría aportarle en una diligencia privada.
Magistrado: ¿Por qué razón, señor Mancuso?
Mancuso: Por la seguridad de quienes estamos aquí y de quienes nos rodean, y por la presunción de inocencia, su señoría, para que la investigación pueda avanzar sin que las personas eludan su responsabilidad o manipulen la justicia. (Énfasis suplido)
Para la defensa de Uribe Vélez, Mancuso habría incurrido en calumnia, pues “tiene pleno conocimiento de la falsedad de sus afirmaciones, ya que ni siquiera aportó pruebas de lo dicho y, de manera dolosa, intentó involucrar al doctor Álvaro Uribe Vélez en el asesinato de Eudaldo León Díaz”.
EL TIEMPO conoció que, posteriormente, se radicó una ampliación de la querella ante el fiscal 208 de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, agregando otras afirmaciones de Mancuso que la defensa calificó como difamatorias.
“Expresidente Uribe, el país entero sabe de su papel en el conflicto armado colombiano y sus acciones para dilatar el aporte de verdad, especialmente a través de las extradiciones que autorizó,
as cuales carecían de base fáctica y jurídica. Prueba de ello fueron los documentos publicados por la revista Cambio hace unos días, que demuestran sin ningún atisbo de duda que usted no dijo la verdad sobre el verdadero motivo de nuestra extradición, que fue, de nuevo, su miedo a la verdad…”, señala una de estas.
Y agrega: “Sus acusaciones, lejos de reflejar la verdad, continúan faltando a ella, y parecen ser el resultado de una desinformación continua o, peor aún, de una estrategia deliberada con varios objetivos; entre ellos, influir en los magistrados para que se niegue mi solicitud de libertad y se solicite mi exclusión de Justicia y Paz o, peor aún, alentar a los fanáticos que lo siguen y legitimar acciones que atenten contra mi integridad física”.
En medio de estas dos acciones en curso, se produjo la rectificación de Mancuso, quien, frente a las declaraciones anexadas en la ampliación de la querella, se defendió diciendo que fueron «una reacción legítima y proporcional» ante un trino del expresidente en el que se refería a él como una amenaza.
«Jamás busqué deshonrar, ofender o difamar al expresidente Uribe Vélez, sino ejercer el derecho legítimo de réplica y defensa que me asiste como ciudadano, conforme al artículo 20 de la Constitución Política de Colombia, en armonía con los principios de libertad de expresión y protección de la dignidad humana», agregó.
