No cabe duda, el actual presidente Petro, encarna el gobierno de las más raras y profundas contradicciones. Contrario a lo esperado, por todos los colombianos, amigos y contradictores, este gobierno no ha generado alivios en los sectores primarios y básicos de la economía colombiana. Acaba de publicar el decreto que subirá las tarifas hasta en un 13% de los peajes para todos los vehículos que transiten por las carreteras del país.
Esta medida tendrá un gran impacto alcista en componentes tan sensibles como la canasta familiar y los servicios públicos. El IPC (Índice de Precios al Consumidor) afectará sensiblemente a los sectores más vulnerables y necesitados. Esta inexplicable política de corte tributario le responde más a designios e interés neoliberales y capitalistas que a una supuesta implementación de estrategias socialistas para combatir el hambre, la pobreza, controlar y disminuir la brecha social.
Tal como sucedió con la gasolina, el alza será gradual, y le corresponderá al Ministerio del Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura, operar el nuevo sistema y finalizar el esquema a más tardar en el mes de junio de 2024. Esta determinación del ejecutivo, no ayuda al CAMBIO PROPUESTO, deseado y necesitado por todos. Ahora al gobierno se le suman otros pesados collares que hacen más débil e insostenible el cuello de la matriz gubernamental. Los primeros con los cuales el gobierno inauguró el bolsillo de los colombianos fue el alza en la gasolina, Acpm y licencias de tránsito. Solo para visibilizar estos renglones a los que directa o indirectamente no escapa ningún colombiano
“El socialismo en su esencia ideológica procura y promueve la igualdad y la inclusión social y todas sus derivaciones, para brindarle un mejor estilo de vida a todos sus gobernados”. Eso en su marco teórico, pero en la práctica todo es diferente. Sus postulados son seriamente afectados y no implementados por el sesgo ideológico alimentado con revanchismo, Apoyados por una gigantesca descarga discursiva y populista que los transforma en irreverentes y poco pragmáticos